lunes, diciembre 05, 2005

Cuelga tú primero...

“¡Eres un idiota!” –me gritó furiosa la Luz de mis vergüenzas al día siguiente por teléfono- “Allí estoy yo de tu pendeja, tratando de revivir muertos y bailando el cuchi-cuchi para que el señorito se acueste a dormir en el día más importante de la historia moderna... ¿Qué no te diste cuenta de la trascendencia de nuestra celebración? ¡Logramos reunir un millón doscientos mil desalmados marchando en silencio a favor de Andrés Manuel!... ¡En silencio!... Tú no sabes lo difícil que es mantener juntos a una runfla de izquierdosos irredentos sin que empiecen a gritar consignas y a morderse unos a otros... ¡Y lo conseguimos!... ¿Sabes lo que nos costó? ¿Sabes lo que nos tardamos?... “La Soul Suckers Incorporated” es una empresa seria, certificada en ISO 9000 y con reconocimientos en todo el inframundo, oyes. ¡Fue un triunfo!... ¿Me escuchas?... ¡Un éxito!... Y yo merecía celebrar eso con un hombre de verdad... y nada... que me pasé de babosa y entre decenas de miles de desalmados que marcharon formaditos y en perfecto orden, yo tuve que escoger al único idiota que se la pasa riendo y se queda dormido en el acto... Ya me lo decía mi mamá: “Hija mía, el hombre blanco y barbado no es Dios... te ofrece muchos regalos y al final son puros palos”... Pero tú ni eso... ¿Bueno?... ¿Todavía estás allí?... ¡No me vayas a colgar porque no te la acabas!... Sí, ya sé que te duele la cabeza, pero yo tengo una reputación que cuidar, tarado. ¿Qué no sabes?... ¡Qué van a decir mis colegas!... Y con lo intrigosas que son la Luna y sus cuatas... ¡No me la voy a acabar!... Se van a burlar de mí como se burló el imbecil del hotel cuando salí sola a media noche y se me quedó viendo con su estúpida sonrisa de “yasetesebóchiquitita”... ¡Qué humillación, Dios mío, que humillación!... Eso me pasa por pendeja... pero te lo juro chiquitito que esto se te acaba... ¿Y todavía te atreves a decirme que no te grite?... ¿Que te duele la cabeza?... ¡Por mí arráncatela! Yo no estoy para esas mamadas... ¡Y me vale madres que hayas pasado una noche de perros soñando pesadillas! Porque... ay, no me digas... ¿eso soñaste?... ¿de veras?... No, pues si que estuvo feo... de haber sabido... ay, pobrecito... creo que exageré la dosis contigo... pero ya no llore, sea machito... aquí está la Luz de su mal dormir que lo va a consolar... si quieres paso por ti y nos vamos a comer pancita... allá por la Buenos Aires se pone una amiga mía que vende un menudo picosísimo y cuasi esotérico que lo cura todo... Sin miedo nene, que vas conmigo... Bueno, nos vemos al ratito, ¿sale?... Noooo, cuelga tú primero... bueno, chao, y a las tres colgamos... uno... dos... clic.


Imagen: Tlacuiloco

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